febrero 02, 2006

Camino de Luna

Un nuevo regalo para aquellos que deseen un poco de poesía romántica para disfrutarlas con sus parejas, a la luz de velas y una buena copa de vino blanco...

Por mi puerta te ves,
te escondes distante

entre nubes de plata.

Y me miras de reojo

mientras contemplas rostros
de los niños enamorados.

En tu loca carrera
te escapas de mí,
del lucero encantado.
Caminando tras de ti
mis pasos me encaminan,

me elevan diminuto.

Melancólicos ojos,
dilaciones dilatadas
errabundas de tus labios,
hambrientas del suspiro
y de la mano conquistadora.

Ahora dos eres luna,
y luego tres, cuatro, infinitas
hogueras que inundan
los campos transparentes.

Y seguimos caminos distintos,
mas, son el mismo:
tú eres la luna y yo el lucero,
y, aveces, soy el sol
que ruborizado se esconde
tras las aguas eternas
al besar tu lacerada boca,
que sangra de amor y deseo.

Promunciando tu nombre
y, en el eco lejano,
el mío es del viento,
de viejos senderos
y sueños.

La puerta se cierra,
mas, se abre el corazón enlatado.

La noche se cuela
por las rendijas del silencio,
cubriendo con fríos temblores
mi cuerpo cantera.

Explotando las minas
que no existen
las flores de esmeralda
embellecen tu rostro.

Te miro volar desde mi puerta,
mas, no llego hasta ti
ni con escaleras infinitas;
aunque talvés,
sólo necesite un beso.

Lavengro
Escrito en Marzo de 2003.

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