
Entre café y tabaco
las sombras se hacen humo
y la luz madruga
en lo profundo
de un rincón moribundo.
A veces,
cuando conozco
los límites del tiempo infinito,
cuando caminan las piedras
entre las inmaduras grietas,
me hago humo y sombra
y cristales de escarcha.
El vapor se escapa
simulando siluetas
de mi café insurrecto
atrapado en su jaula de taza;
se niebla mi mente
con sabores oscuros.
Entre café y tabaco
y entre palabras secas,
una brisa de invierno
alcanza mi rostro:
testigo de mi saber
que carece de conciencia
y testigo de mis pasos
sobre espinas amantes.
Lavengro
Escrito en Valparaíso, 2003.
7 comentarios:
El café a la larga puede producir úlcera, se nota por los escritos que estás colocando... jaja, cuidado tb con el tabaco y la "nueva ley"... nos copiamos
...me hago humo y sombra...bailan las palabras al son de tus dedos cuando escribes, me encantó. Queria darte las gracias por tu visita a mi rincón, y tu comentario me llegó al alma, gracias por compartir...un beso enorme
-Calanda:
Sólo te puedo dar la gracias por compartir emosiones.
-Berliot:
Amigo mío... reconozco los problemas del café y conozco las restricciones de la neva ley (qué hasco), mas, dime, sería Yo sin mi café y n cigarrillo?
Son imprescindible en nuestras vidas el café y el tabaco. ¿Has sentido el olor a café en Valparaíso? que agradable perfume se extiende por sus calles.
Saludos.
Pau.
Que ese café. aslga de su taza y se ahogue en silencio.
Disfruté con las imágenes secas de tu poema y más aún con el ritmo del texto anterior. Es una delicia.
Saludos medievales.
Excelente poema, amigo chileno... me alegra tener con usted ese gusto en común por el café y las cosas que despierta.
"de mi café insurrecto
atrapado en su jaula de taza" gran verso, hermoso en verdad. Y ese final de "testigo de mis pasos sobre espinas amantes" lo corona todo. Felicidades por su obra. Le seguiré visitando...
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