abril 18, 2006

Tinieblas y Sombras

Espíritu humano, silencio y palabras que se cayan, que duermen sin sentido y pierden sus alas en la caída del tiempo... se rescribe la histria con sombras y luces mientras los pasos por el derrotero se hacen saltos y derrumbes.


I

El bosque öscuro se arroja en los versos que caen,
sus sombras terribles despojan latidos del tiempo
y dejan las aves sus cantos a medias. Tinieblas,
tinieblas marchitas: cascadas de llantos: invierno.
Vacíos dejados por hadas que huyeron del mundo
azul, enlutadas. La niebla provoca el incierto.

Ahogan los árboles tristes la vida del ángel,
sus plumas añejas se caen del cielo desierto.
Los niños perdidos no encuentran caminos antiguos,
tan sólo peñascos de secos sonetos y viejos.
La tierra que tiembla remece raíces ajenas
de ajenos alerces que mueren sin más que silencio.

La magia que corre, se oculta miedosa en la sombra
del duro sepulcro de Apolo. La música calla.
Las piernas se doblan de enfermas y cae el infierno
tapando de sangre reseca los prados de escarcha,
sembrando las lágrimas sucias en fuentes baldías
que añoran el agua que lejos del sol se ëscapa.

Los troncos que quedan se pudren, se mueren sin alma.
La luna ocultada tras velos de niebla es recuerdo:
la sombra de Cronos que fue desterrado al abismo
perdiendo su cetro de rey de los cielos. Un cuervo
arranca los ojos al ángel de älas marchitas,
igual que los vientos las flores del seco cerezo.

¡Tinieblas, tinieblas! La sombra que envuelve la vida
y tiñe de negro al anhelo, recorre las venas
del bosque y cultiva venenos que matan la magia,
la musa y el sueño. Canciones de notas perplejas
que miran perdidas la bruma, se arrojan dolidas
al foso del mosntruo que apaga las últimas velas.

II


Cabalga en las sombras del bosque, dormido y callado:
el ángel de plumas quemadas persigue la dicha
que ya no recuerda, olvidada tristeza. -Corcel
cansado te doblas y caes tirando mentiras
que fueron verdades quel viento robó del sendero
florido-. Silencios que callan los ecos de risas.

La magia que fue, suspirando, se marcha en tinieblas
bajadas del bosque marchito y de troncos muertos.
La niebla plagada de espectros (fantasmas albinos)
rodea con sangre añejada los cuerpos resecos,
pintados con tintas de viejos amores y llagas.
los siglos se paran... el ángel olvida a los elfos.

Volando, sus alas pesadas, se estrellan lloradas
en muros de mármol gastado por luchas divinas,
y sólo recuerda la marca de un gris laberinto,
antiguo pasaje del cielo al infierno. La brisa
congela los lutos de Dios en las venas del Diablo.
Bajando, los rayos incendian la luna crecida.

Errando en sus pasos, llevando en su espada quebrada
los mismos temores del hombre, recorre las nubes
que fueron su reino de música y magia perdidas;
las ruinas se abisman en su alma: ¡son crueles derrumbes
de piedras, de besos que queman y de ojos que callan!
El ángel, de tinieblas y sombras, orando, se cubre.

Una última flor que germina en su suelo de rocas
se eleva por vientos de sueños de rotos cristales.
¡Sus alas ni polvo levantan del Templo caído!
Vencido, tan sólo camina a la sombra de edades
y bosques que ahora no existen; su luna se apaga
y el viejo camino lo pierde de amor y maldades.

III

El alma torcida, inclinada en la bruma muriente,
tormenta cansina que inunda los mares tranquilos.
Sus piernas quebradas se doblan y cae el silencio
nocturno, cargado de ruidos y anhelos marchitos.
Temblando sus manos, recoge las lágrimas secas
que brotan del miedo y la sombra de besos perdidos.

Deserta al amor y al destino por musa escondida
del tiempo en cortinas de suave neblina y placeres:
llovidos cabellos que enmarcan su pálida luna,
su piel, su sintura temida. Abandona sus huestes;
su espada envainada defrauda a los ángeles: hielos.
El bosque lo oculta del tiempo, ¿será amor por siempre?

¡Tinieblas, tinieblas! La vida se escapa del mundo,
los magos perdidos no hechizan los versos enfermos.
Los cielos arrojan los rayos que anuncian pesares:
tirando los árboles surge un nuevo ïnfierno
la lucha celeste, las hadas se escapan, el bosque
se quema. -Saetas alcanzan la musa que amaste.

El alma torcida, mirando al maltrecho despojo,
empuña la espada: despierta el guerrero divino.
Se agrieta la tierra, remecen los suelos que mueren
sangrando venenos. -Tu copa derrama tu vino.
Mellado el acero en la roca sombría, marchita
la mano... Ya sólo quedó un incierto ölvido.

-No veo ni siento, ¡mi herida abierta no sangra!
En tristes lamentos, las lágrimas negras penetran
la tierra que estéril engendra demonios y piedras.
Rodillas al pasto reseco, enlutado y ajeno,
el tiempo abandona esperanzas de arcilla y ponzoña,
las alas cansadas que nublan los ojos viajeros.

IV

Y mientras se duerme el silencio, despiertan las lágrimas
que rondan las piedras, cenizas y troncos caídos.
Un nuevo despunte es olvido, descanso de un sueño.
Si duelen las llagas, más duelen los besos queridos...
Mirando la tierra que es vida y sepulcro y espejo,
refléjanse el sol y la luna en eclipse y caminos.

Eclipse de puerto y camino concierta el encuentro
del mago y el hada, del ángel de espada quebrada
y de la dormida sin sangre, de rostro de escarcha.
Y el llanto que inunda las ruinas marchitas reclama,
airado, los brotes de un bosque de sauces y espinos.
Tinieblas y sombras en hielos y vientos se abrasan.

Durante la noche las flores crecían encima
del cuerpo tumbado; y ahora florecen los ojos:
si bien muy lejanos, con ellos renacen anhelos.
El ángel sostiene a su musa de atuendos rotosos,
tan fría que quema sus brazos, bañada en recuerdos
de besos que duelen, cantando los versos mortuorios.

Los dioses de antaño quedaron en versos grabados,
guardados del tiempo en sus arcas de alerce y astilla.
Con alas caídas recorre incipientes verdores, las rocas
se ablandan pastando la corza venenos y ruinas.
Las hadas hechizan la sangre que riega la luna,
tiñéndola clara de un suave sabor a vainilla.

Atrás ha quedado su cuerpo, cubierto de ensueños,
mas su eco resuena cual viento abrazando a las hojas
del bosque, rimando el arrollo y el canto del ave.
Las sombras dilatan su suerte debajo de rocas:
el ángel aún llora, recuerda el silencio sonoro,
pues, ¡llantos de estío otoñan su alma devota!


Lavengro
Escrito entre febrero 22 y marzo 2 de 2005.

16 comentarios:

Lord Lavengro dijo...

Vuelvo a publicar este poema en un impulso algo atolondrado, como en el caso de Oscuranto... mas aquí está una explicación que al menos a mí me satisface: son escritos que si bien están separados por años, mantienen una estrecha relación en cuanto a estilo y sentimientos de pérdida, independientemente de la diferencia de técnica y destreza mostrada en cada uno.

La verdad es que para mí es un placer tenerlos juntos, son mis hijos y mi primer y segundo paso en la búsqueda de una lírica que aún siento esquiva.

Hablo de volver a publicar porque Tinieblas y Sombras aparece en el archivo de enero de 2006.... Si alguien piensa que no tengo nada más que escribir en este blog puede estar en lo correcto, pues de todos mis poemas siento que ninguno está terminado y sólo publico aquellos que pienso están más cerca de Ser, ser qué, no lo sé.

Quizás esa relación que percibo entre ambos poemas sea sólo idea mía, no lo sé; mas aquí soy el Lord y hago lo que deseo, aquí yo decido, es mi derecho... No creen que es mejor vivir en un paraíso donde se pueda optar por el infierno?

Akasha Déclenché! dijo...

Hace siglos los ángeles derrocharon la luz, ahora se cubren de las tinieblas que rápido giran en el mundo mortal... no importa que sea un texto de otro tiempo, lo cierto es que te hará delirar en las venas de tu pasado que intensamente compartes aquí.

Sí, hay muchos que preferimos la caricia del séptimo Infierno que mil flagelaciones para entrar al Paraíso.


Incendiarios saludos.

Natalio Ruiz dijo...

Así como la oscuridad se alimenta de su propia negrura tus poemas son capaces de desplegar todo ese poder de tu alma. Almas como la tuya son las que pueden sobrevivir a tan duros embates que la pérdida trae consigo. Cuánta fuerza se respira en este lugar. No dejes de escribir, te lo pide un compañero de sombras. Un abrazo.

Raphaela dijo...

Mi Lord...
¿Acaso has acariciado mi tumba que te vistes de mi predilecta literatura? ¡Esa! que en la oscuridad, nos hace reconocernos... Los ángeles tienen fama (has leído a Raphaela) es uno rebelde en busca de redención, pero sólo en su búsqueda obtiene fantasmas...
Yo tengo otros dotes...
Y el infierno me viene bién, por ahora, mi telar tiene hilos negros, música de réquiems y lugares espacioso, exceptuando mi féretro... Haré visitas permanentes, pués tus escritos son de mi entera predilección y te admiro... Siento que la literatua me hablara cuando desciendo con mis alas oscuras a tu lugar de trabajo ¡y eso! mis demonios lo agradecen...

Raphaela dijo...

Gracias a Ligeia leí letras maravillosas, frases que llegaron a mi subyugo, tengo reunión de reclutas y creo que participaré en "la Guerra de los océanos"
Te espero para que me des tu aliento, tengo prisa, la hora es puntual.

"La magia que fue, suspirando, se marcha en tinieblas
bajadas del bosque marchito y de troncos muertos.
La niebla plagada de espectros (fantasmas albinos)
rodea con sangre añejada los cuerpos resecos,
pintados con tintas de viejos amores y llagas.
los siglos se paran... el ángel olvida a los elfos"...

Son tus letras que más destaco, y estas en particular ¡pues un ángel nunca olvida!...

Anónimo dijo...

Fenomenal..!

Entre bosques oscuros..hadas que huyen,tinieblas,angel gastadado por luchas divinas..y tinieblas!lunas ocultas..un alma torcida..y tinieblass!

Se perciben los pasos cargando el dolor...de un alma que llora...!

Precioso!
Saluditos!
= )

alexA platoanA dijo...

inexplicable placer el de encontrarse con estas letras salpicadas de noche y oscuridad, tan inexplicable como la fascinación ke generan algunos espejos, en algunos momentos...
no deje de publicar, así sean cosas viejas; ke generalmente son las más actuales.

Profedeciencias dijo...

Que hermosas tus letras, me conmivieron ¡que tebgo sentimientos? mis demonios me atormentan y lo más triste es que es mi culpa.. un beso grande..
cuidate y eres bienvenido mi lord...
un abrazo y saludo sangriento.

Angeles dijo...

Kkegu{e a ti a trav{es de tu comentario en mi blog. He tratado de ller tu pagina, la cual me ha cautivado, sin embargo necesito mas tiempo, tus versos contienen mucho, cada uno requiere tiempo.
Te felicito!

Raphaela dijo...

He vuelto a leer tu texto...
Creo que hay más Tinieblas y Sombras para apreciar en tus exquisitas letras...

Anónimo dijo...

De visita..agradeciendo tu bella atención de pintar tu huella en mi corazon v.!
Gracias..!

Buena semana!!
=)

@Intimä dijo...

Me contaron que el jardín de los elfos era de un verde color, pero frustrada por el encuentro de esos matices que nunca ví, encontré el verdadero color a través del espejo de tus letras, el infierno llameante del dolor en el alma y una tenebrosa mirada que obserba la luna, en su dormido viaje por el mundo.
Un beso y un placer leerte
Gracias por la visita a mi blog.

CRISK dijo...

Me encanto este blog, buenas historias, esta parte me conmovio ¨el ángel de plumas quemadas persigue la dicha
que ya no recuerda¨Me siento muy parecido a ese angel hoy.

Lord Lavengro dijo...

-Akasha Dulcinea:
Cierto, es mejor preferir quedarse con el séptimo infierno si es nuestra decisión y no en un paraíso impuesto: cuán grande es la necesidad de libertad!

-Kabbalah:
La dicha y la tristeza se topan en los extremos, como todo en el mundo, pues nada es completo y por lo tanto nosotros si no tenemos la desdicha de degustar el placer de la vida. No hay de qué por el link, y además pronto pasaré por tu bello blog.

-Natalio, Peregrino de las Sombras:
No tengo mucho que agregar, pues tus palabras son certeras. Te agradezco la invitación a no dejar de escribir, compañero sombrío, y la descripción que haces de esta Alma Oscura.

-Ligeia, mi princesa:
Quizás en algunas de las vueltas del espiral en claroscuro acaricié tu tumba, y puede que nuestros estrechos féretros compartan el mismo infierno. Muy alagado me hacen sentir tu admiro y predilección... espero ser digo de tus palabras.

-Raphaela:
Este ángel guerrero tiene su espada rota desde la última reyerta, mas ama la libertad y no sé si pueda defender limitaciones oceánicas.
El olvido de este ángel fue abandono, abandono a los suyos persiguiendo un amor maldito por la misma guerra que debía pelear, por evitar su destino que de un modo u otro tenía que llegar.
Puedes venir a visitar mis versos cuantas veces quieras, mi bello ángel rebelde.

-Almaenamorada:
Los pasos cargando el dolor suenan siempre como las campanas del jorobado, estridentes, sombrías, impulsadas desde las tinieblas. Gracias por visitar este rincón y espero poder seguir entrando con mi pluma y pincel para dejar mi huella en tu corazón.

-Nosferatus:
Conde, gracias por visitar las sombras de mi tumba, mas permítame decirle que de sus podridas bases aún crecen versos y estrofas... o quizás sólo reflejos de estos en un espejo quebrado por el tiempo, mi destiempo.

-Alexia:
Si tus demonios te atormentan por tu culpa, que mejor sea por tu decisión. Has que su tormento sea compañía y quizás conozcan a mis ángeles y demonios. Con el premiso que me das a tu castillo, ingresaré a él en las sombras de la noche a leer tus verbos.

-Perséfone:
Hondamente me siento honrado por tus felicitaciones, y te invito a entrar en mi caverna de letras cuantas veces desees, pues yo estaré también visitándote.

-Darilea:
El espejo de mis letras según un hada y una bruja no tiene fondo y en su hondura se reflejan cada vez más rostros, los que puedes venir a buscar las veces que desees, así como espero visitar tu mundo en otras ocasiones.

-Crisk:
Gracias por venir a este mundo oscuro, las puertas de mi casa están siempre abiertas. No sabes cuánto te entiendo si buscas lo que no recuerdas, mas algo se puede encontrar y decubrir que eso era lo querido.

Estas han sido algunas respuestas, mis amigos, mas siento que quedo en deuda con cada uno de ustedes por tan incipientes ideas. Muchas gracias por visitar Oscuranto, el sombrío Castillo de Lord Lavengro.

H dijo...

...Es un vicio leer entre libros vetustos, y a los pies de una ventana con vista al infierno...

Anónimo dijo...
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