Publico este poema para invitarlos e invitarme a dejar fluir las palabras que se quedan encerradas en el torbellino de los pensamientos, abandonadas por el paso del tiempo y lapidadas bajo las obligaciones de la rutina. Espero que sean de vuestro agrado y abran una puerta, como lo han hecho conmigo, a esas ideas que reposan clandestinas en el tintero de la literatura.

En estas palabras hay momentos,
en ellas el silencio canta de la mano del anhelo,
gimiendo soledades clandestinas
que escurren entre las rocas en mi deshielo.
Esta noche de mediodía que me acompaña
como el dolor a las sangrientas heridas
se regocija en un baño de sinsabores,
en el misterio una mirada perdida.
Te escondes hoy a la sombra del recuerdo,
acurrucada en un rincón de la melancolía
que me dejaron los surcos de tus manos.
Eras roca y sin embargo aún llueves.
Caminan conmigo velados en la niebla
enormes sombras de héroes olvidados,
viejos troncos que aún habitan la noche
aferrándose al tiempo con sus raíces escalpadas.
No hay pasos ni versos que escapen,
que huyan del papiro eternamente.
Siempre a la vuelta de cada página
hay un tropiezo y un beso esperando.
Viña del Mar, Octubre 23 de 2007.
Lord Lavengro