diciembre 17, 2006

Aún sin Nombre


Tres horas más,
Ya son días que quedan,
Sonando como ecos del pasado,
Imágenes enmarcadas en la niebla añeja.
Mis párpados vencidos, mi mano entregada,
Se sumergen bajo el sueño clandestino
De mi corazón que no olvida.
¡La llovizna de verano otoña mi alma!
Pisando, como olas que golpean en las rocas,
A mi jardín de rosas blancas,
El invierno me amenaza empantanar,
Dejarme morir en sus arenas de desesperanza.
Siempre fui ajeno al tiempo,
Mas ahora, vengándose, me grita descarado,
Empinándose sobre el abismo: "no soy tu amigo".
¿Qué se hizo la magia?
En una esquina la divisó el último elfo,
De la mano del olvido, caminando...

¿El poema ya se acabó?
Siento que no.
Todavía tímido como la primera llama de un incendio,
Se esconde, a la sombra de un beso,
El anhelo de escuchar tu voz.
Lavengro
Escrito en febrero 11 de 2005.